Monólogo personalizado para empresa

Hace poco tuve la oportunidad de vivir una experiencia profesional increíble gracias al Gremi de Constructors de Barcelona. Me encargaron crear un monólogo personalizado para empresa, dirigido a todos sus socios y profesionales del sector de la construcción. Desde el primer momento supe que no podía tratarse de un monólogo cualquiera: debía ser un guion hecho a medida, con referencias directas a su día a día, a sus retos y a esa mezcla de estrés y orgullo que implica levantar edificios y proyectos que hacen ciudad.

Para conseguirlo, me reuní con miembros del gremio, hablé con responsables de distintas áreas y recopilé información real sobre el sector. Quería que mi monólogo personalizado para empresa sorprendiera, que consiguiera que todos los asistentes se sintieran reconocidos en cada broma, en cada guiño, en cada situación absurda pero muy real que viven en su trabajo.

El resultado fue un guion único, de 55 minutos, centrado en el mundo de la construcción: desde el arquitecto que aparece siempre con un cambio de última hora, hasta el cliente que quiere todo más rápido, más barato y con más ventanas… ¡aunque luego se arrepienta! También hubo espacio para reírnos del papeleo eterno, de la maquinaria que falla en el peor momento y de esas reuniones que podían haber sido un email.

Monólogo personalizado en un gran teatro

La actuación se celebró en el Centro Moral de Gracia, un teatro precioso con capacidad para 300 personas. Verlo lleno y atento desde el primer minuto fue una sensación brutal. El público estuvo conectado con cada situación que planteaba, riendo sin parar y disfrutando del espectáculo. Eso es lo que consigue un monólogo personalizado para empresa: convertir el humor en un espejo donde reconocerse y celebrar lo que uno es.

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Yo conozco muy bien el lenguaje empresarial y me adapto a él. Da igual si es el sector de la construcción, el de la salud, la tecnología, la educación o cualquier otro. Si una empresa quiere un momento único para su equipo, puedo crear un monólogo personalizado para empresa que conecte, que divierta y que deje huella.

Porque al final, cuando el humor habla tu mismo idioma… se nota. Y mucho. Si lo que buscas es un monólogo personalizado para empresa que ponga en valor vuestro trabajo mientras os reís de vosotros mismos, aquí estoy para hacerlo posible.

📌 Mi web: http://www.monólogopersonal.com


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40 años con monólogo personalizado

Cuando me propusieron preparar un monólogo para Adela, que cumplía 40 años, tuve claro que no podía ser uno cualquiera. Porque cuando una persona celebra cuatro décadas de vida, lo mínimo que merece es que se hable de ella, de lo que ha vivido y de lo que la hace única. Así que enfoqué este encargo con una misión muy clara: 40 años con monólogo personalizado.

El primer paso fue hablar con su marido. Y no fue una sola conversación, ni mucho menos. Quedamos varias veces —en persona, por teléfono, por mensajes— y cada encuentro me abría una nueva ventana a la vida de Adela. Él me contaba anécdotas de su juventud, de su trabajo, de sus amistades, de lo que la hace reír hasta que le duele la barriga y también de aquello que, cuando se menciona, le humedece los ojos de emoción.

A partir de toda esa información fui construyendo una historia con humor, pero también con corazón. Quería que, al escucharme, Adela reconociera su propio recorrido, con todas sus locuras, sus retos y sus victorias. Porque cumplir 40 años no es solo soplar velas: es mirar atrás con orgullo… y reírse mucho en el camino. Lo que yo buscaba era celebrar 40 años con monólogo personalizado que no dejara indiferente a nadie.

El proceso creativo: cómo se prepara un monólogo personalizado

Mientras escribía, me imaginaba su reacción a cada chiste, a cada guiño personal, a cada recuerdo compartido. También me esforcé en equilibrar los momentos cómicos con aquellos que sacan una sonrisa diferente, de esas que vienen del alma. Quería que la homenajeada sintiera que cada palabra estaba ahí por ella y para ella.

El día del cumpleaños, cuando llegó el momento de subirme al escenario y empezar el monólogo, tenía un único objetivo: que Adela se sintiera la persona más especial del mundo. Y entonces ocurrió. Se rió, se emocionó, miró al público con complicidad y, por un momento, todo su universo fue aplausos, cariño y fiesta.

Celebrar 40 años con monólogo personalizado

Si tú también crees que un cumpleaños especial merece un monólogo hecho a medida, ya sabes dónde encontrarme. Porque cumplir años está bien… pero cumplirlos riendo es mucho mejor.

Eso es lo que significa 40 años con monólogo personalizado: transformar una celebración en una experiencia única; convertir recuerdos en risas; hacer que la protagonista se vea reflejada en cada frase.

Para saber cómo suelo trabajar, aquí tienes algunos videos míos:

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Ceremonia de boda personalizada

El pasado 18 de octubre tuve el enorme placer de oficiar la boda personalizada de Frederic y Mónica en la Sala Vivaldi de Barcelona. Y cuando digo “placer”, lo digo con todas las letras: fue una celebración que resume a la perfección lo que me apasiona de este trabajo. Porque no se trató de una ceremonia estándar, ni de un ritual repetido mil veces… No, fue su ceremonia, única, hecha a medida, construida a partir de su historia y de todo lo que los hace especiales.

Cómo preparar una boda personalizada

Desde el primer encuentro con ellos tuve claro que su amor merecía ser contado con humor, con emoción y con verdad. Me senté con Frederic y Mónica, me enteré de cómo se conocieron, de sus locuras compartidas, de esas anécdotas que solo entienden ellos y, por supuesto, también conocí a sus familias: las que los han visto crecer y las que han acompañado cada paso hasta llegar a este “sí, quiero”. Solo así puede hacerse una boda personalizada.

Escribir el guion y ensayar, ensayar y ensayar

Así que el día de la boda no me limité a leer un guion. Lo que hice fue contar su película. Y como buen monologuista, mezclé risas, miradas cómplices y algún que otro momento de nudo en la garganta. Recordamos cómo empezó todo, celebramos lo que han construido juntos y nos reímos de esas pequeñas manías que hacen que una pareja sea realmente una pareja. Su gente se sintió parte del relato, porque lo eran. Familiares y amigos se reconocieron en las historias y participaron con emoción y sonrisas. Y ese es el objetivo: que nadie se quede simplemente mirando, que todos vivan la experiencia.

Al finalizar la ceremonia, mientras los aplausos todavía sonaban, varias personas se acercaron a decirme que nunca habían estado en una boda tan personal, tan cercana, tan “ellos”. Ese es mi combustible: hacer que cada pareja pueda mirarse y pensar “esto ha sido nuestro, y solo nuestro”. Esto es, ni más ni menos, una boda personalizada.

Si estás preparando tu boda y te imaginas una ceremonia que cuente vuestra historia de verdad —la bonita, la divertida y la imperfecta—, estaré encantado de acompañaros. Juntos le daremos forma a un guion que hará reír, emocionar y, sobre todo, recordar. Porque casarse no es seguir un protocolo: casarse es celebrar quiénes sois y lo que os une.

Para saber cómo suelo trabajar, aquí tienes algunos videos míos:

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Y si quieres, yo estaré ahí para contarlo como se merece. ¿Lo hacemos?

La sala vivaldi es ideal para este tipo de ceremonias:

¿Por qué contratar un monólogo personalizado para tu evento?

¿Para qué quiero un monólogo personalizado?

Si estás preparando un cumpleaños, pensarás en la comida o la cena y en un regalo. Querrás que sea algo que le haga ilusión y que recuerde, ¿pero qué?

Si estás preparando una despedida de solter@, quizá piensas que lo más adecuado es una o un strepper…

Pero ¿por qué no salirse de la norma?

Un monólogo personalizado es un regalo único, que no solo recordará el protagonista, si no todos los invitados.

Un monólogo personalizado no es solo una actuación; es un espectáculo a medida que transforma cualquier celebración en un momento único e inolvidable.

Ventajas de un monólogo personalizado

1. Humor único y relevante

Pep construye cada monólogo a partir de las historias, anécdotas y detalles proporcionados por el cliente. Esto garantiza un humor fresco y cercano, donde los asistentes se sienten identificados y parte del espectáculo.

2. Participación activa del público

La interacción con los invitados es esencial. Pep Ruiz involucra al público, creando una atmósfera dinámica y participativa que eleva el ánimo de todos los presentes.

3. Recuerdos imborrables

Al adaptar el contenido al evento y sus protagonistas, se generan momentos emotivos y divertidos que quedan grabados en la memoria de los asistentes. ¡Todos recordarán esa fiesta!


🎉 Casos de éxito

Bodas: En una ceremonia reciente, el monólogo incluyó anécdotas de la pareja, bromas sobre familiares y momentos compartidos, logrando muchas risas, pero también algunas lágrimas de emoción del padre del novio y de la novia. Pero es lo hizo todavía más especial

Cumpleaños: Para un 50 cumpleaños, se creó un monólogo que repasaba la vida del homenajeado, sus logros y travesuras, haciendo que todos los presentes se sintieran parte de la historia.

Eventos de empresa: En una convención corporativa, el monólogo abordó situaciones cotidianas del entorno laboral con humor, fortaleciendo la cohesión del equipo y proporcionando un respiro divertido.


✅ Consejos para aprovechar al máximo este servicio

  • Proporciona información detallada: Cuanta más información compartas sobre los protagonistas y el evento, más personalizado y efectivo será el monólogo.
  • Define el tono adecuado: Es importante establecer el tipo de humor deseado (blanco, irónico, satírico) para que se alinee con las expectativas del público.
  • Coordina la logística: Asegúrate de que el espacio y los equipos necesarios estén disponibles para una actuación sin contratiempos.

Si buscas contratar un monologuista que aporte un toque único y personalizado a tu evento, considera las ventajas de un monólogo hecho a medida. Es una inversión en risas, emociones y recuerdos que perdurarán en el tiempo.

Para más información y reservas, visita www.monologopersonal.com.

Un regalo original para los 50 años de Xavi

Cuando la madre de Xavi me contactó para preparar un monólogo personalizado para su 50 cumpleaños, supe que tenía que ser algo especial. Quería un regalo original, algo que sorprendiera y emocionara a su hijo en un día tan importante.

pep ruiz monologo estudiando

Lo primero que hice fue recopilar información sobre Xavi: sus anécdotas más divertidas, sus frases típicas, sus manías, su grupo de amigos de toda la vida… Todo aquello que haría que el monólogo fuera único y lleno de complicidad. Con esos detalles, creé un guion adaptado a su historia, mezclando humor y cariño en cada palabra.

El día del evento, el ambiente era perfecto: una sala llena de familiares y amigos con ganas de celebrar. Subí al escenario y desde la primera broma vi que tenía al público en el bolsillo. Hablé de la juventud de Xavi, de sus aventuras (y desventuras) con la tecnología, de cómo sigue jugando al fútbol como si tuviera 20 años, y del amor incondicional de su madre, que había pensado en este regalo original para él.

Las risas no faltaron, pero tampoco los momentos emotivos. Cuando terminé, Xavi estaba emocionado y me agradeció haber convertido su historia en una celebración inolvidable. Su madre, feliz, me dijo que había sido la mejor decisión.

Ese es el poder de un monólogo personalizado: no es solo humor, es contar la vida de alguien con un toque especial. Y si además es un regalo original, el éxito está asegurado.

aquí podeis ver el inicio del monólogo:

Ahora Xavi es para mí una persona con cara y ojos, una vida propia y yo soy para Xavi soy monologuista de cabecera.

Monólogo personalizado para evento de empresa

Nada mejor que el humor de un monólogo personalizado para pulir tensiones. Eso es lo que deberion pensar en la empresa Corgrap, que se fusionaba con otra empresa mayor a la hora de contratarme.

Los cambios, sobre todo cuando no dependen de nosotros, pueden dar vértigo. Así que en lugar de eludir el tema, preparé el monólogo pensando en esos cambios, y sin caer en los limones y las limonadas, sacarle humor a todo eso.

El monólogo se hizo en Sabadell, después de una cena informal. La mayoría de la gente estaba en pie, en pequeños corrillos. Antes de empezar el monólogo me incorporé a los grupos, rompiendo el hielo, haciendo pequeños chistes y calentando al público. Es algo que intento hacer siempre y que funciona muy bien. Cuando la gente te ve haciendo el monólogo personalizado, es como si ya te conocieran. Ya se han reido contigo, eso es muy bueno.

trabajadores de corgrap listos para escuchar el monólogo personalizado.

Para saber más sobre la empresa que me contrató:

https://www.corgrap.com

Conecté mi equipo de sonido y empezó el monólogo: las risas no tardaron en llegar. Si no me habéis visto trabajar, aquí me teneis:

Mi manera de trabajar es preparar un guión único a partir de los datos que consigo de la persona que me contrata, en este caso fue Quim, director de operaciones. Es genial poder tener empatía con la persona de contacto, facilita mucho el trabajo y lo hace todo más fluido, desde luego.

Un monólogo para despedida de soltera de Gemma

Cuando las amigas de Gemma me llamaron para preparar un monólogo para despedida, supe que tenía que ser algo especial. Querían una sorpresa diferente, algo que hiciera reír a la futura novia y que quedara en el recuerdo. Además, la celebración iba a ser en una casa rural en el Delta, lo que le daba un toque aún más especial.

monólogo para despedida de soltera

Lo primero que hice fue investigar sobre Gemma: su historia de amor, cómo había conocido a su pareja, anécdotas divertidas y, por supuesto, cómo era ahora su vida con su hijo. Con esa información, creé un monólogo lleno de humor, complicidad y algunos momentos emotivos. Porque una despedida de soltera también es una celebración de todo lo que ha vivido hasta ahora.

El día del evento, la casa rural estaba llena de amigas con ganas de fiesta. Me recibieron con cócteles y risas, el ambiente era increíble. Cuando empecé el monólogo, todas estaban atentas, esperando esas historias que solo las que mejor conocen a Gemma podían entender. Hablé de cómo sigue siendo la misma de siempre, pero ahora con una mano en el cochecito del niño y otra respondiendo mensajes de la boda. De sus intentos de mantener la calma mientras organiza el evento del año, y de cómo su pareja aún no sabe distinguir entre «blanco roto» y «marfil» en la decoración.

El monólogo funciona: todas se morían de risa

Las carcajadas fueron imparables, sobre todo cuando mencioné anécdotas que solo su grupo de amigas podía haberme contado. Y cuando dije que este monólogo para despedida era la mejor manera de celebrar la ocasión, todas asintieron, porque sabían que no había mejor forma de homenajear a Gemma.

Al final, la novia me abrazó emocionada y agradeció a sus amigas por haber pensado en algo tan divertido y diferente. Y yo me fui con la sensación de haber sido parte de una noche inolvidable. Porque cuando algo se hace con humor y cariño, siempre funciona.

Aquí podeis ver como trabajo:

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Monólogo personalizado en una fiesta de 18 años

Hacer un monólogo personalizado para una fiesta de 18 años en Barcelona fue una experiencia única y emocionante. Desde el momento en que entré al restaurante, sentí la energía vibrante de la juventud impregnando el aire. El ambiente estaba cargado de expectativas y emoción, y yo estaba listo para brindarles una noche inolvidable.

Los chicos y chicas, ansiosos por celebrar este hito en sus vidas, se congregaron alrededor de las mesas, riendo y charlando animadamente. La atmósfera estaba impregnada de alegría y camaradería. Con cada mirada y gesto, pude percibir la fuerte conexión entre ellos, lazos de amistad que se habían forjado a lo largo de los años.

Comencé mi monólogo personalizado, cautivando a la audiencia con anécdotas y chistes que resonaban con sus propias experiencias. Hablé de las travesuras de la adolescencia, los momentos de risas compartidas y las aventuras que habían vivido juntos. Con cada palabra, podía sentir cómo se identificaban con mis historias, cómo se sumergían en sus propios recuerdos mientras reían y aplaudían.

Lo maravilloso de este monólogo personalizado fue la capacidad de improvisar y adaptarme al momento. Con cada comentario o sugerencia que surgía de la audiencia, encontraba la manera de integrarlo perfectamente en mi actuación. Era como si estuviéramos tejiendo juntos una historia colectiva, una narrativa que reflejaba la esencia misma de su amistad y celebración.

La expresión «monólogo personalizado para fiesta de 18 años» resonaba en el ambiente, recordándonos a todos el motivo de nuestra reunión. Pero más allá de las palabras, era la conexión genuina entre nosotros lo que realmente importaba. En ese momento, éramos más que un grupo de amigos reunidos en un restaurante de Barcelona; éramos una familia, compartiendo risas, recuerdos y la promesa de un futuro brillante.

Al final de la noche, mientras nos despedíamos con abrazos y sonrisas, supe que esta experiencia había sido especial para todos nosotros. Había logrado crear algo más que un simple espectáculo; había creado un momento de unión y alegría que perduraría en nuestros corazones mucho después de que las luces se apagaran y la música se desvaneciera.

Hacer un monólogo personalizado para una fiesta de 18 años en Barcelona fue un honor y un privilegio. Pero más que eso, fue una experiencia que nos recordó la belleza de la amistad y la importancia de celebrar juntos los momentos más significativos de la vida.

Monólogo personalizado para los 18 años


¡Claro! Aquí tienes el texto:


Hola, soy Pep Ruiz, narrador de historias, y hoy quiero compartir mi experiencia en un evento único que tuvo lugar en un restaurante del centro de Barcelona. Me encontraba allí, frente a un público expectante, listo para hacer lo que mejor sé hacer: contar historias.

El ambiente estaba impregnado de emoción y anticipación. Era el cumpleaños número 18 de un joven, y su familia y amigos habían organizado una velada especial para celebrarlo. Y yo había sido invitado para añadir un toque de magia a la ocasión con mis relatos personalizados.

Me paré frente a la audiencia, sintiendo la energía vibrante que fluía a mi alrededor. Tomé un momento para conectarme con ellos, para sentir sus expectativas y su entusiasmo. Y entonces, comencé a tejer mi magia narrativa.

Con cada palabra que salía de mis labios, transportaba a todos los presentes a un mundo de aventuras, emociones y reflexiones. Conté historias de valentía, de amor, de superación. Historias que resonaban con el joven que celebraba su cumpleaños, historias que resonaban con cada uno de los presentes.

Hablé de los desafíos y las oportunidades que aguardaban al joven al embarcarse en la adultez. Le recordé la importancia de seguir sus sueños, de ser fiel a sí mismo, de nunca perder la pasión por la vida. Y lo hice con palabras que bailaban en el aire, que tocaban los corazones y despertaban las mentes.

Vi cómo las sonrisas se extendían por el rostro de la audiencia, cómo los ojos brillaban con complicidad y asombro. Sentí el poder de la narración en su forma más pura, esa capacidad de unir a extraños en un instante de conexión genuina.

Y cuando llegó el momento de concluir mi monólogo, lo hice con un sentimiento de gratitud y satisfacción. Sabía que había logrado mi objetivo de hacer de esa noche un recuerdo imborrable para el joven y todos los presentes.

Al finalizar, fui recibido con aplausos y agradecimientos. Me sentí honrado de haber sido parte de ese momento especial, de haber podido compartir mi pasión por las historias con quienes estaban dispuestos a escucharlas.

Así que mientras me despedía del restaurante del centro de Barcelona, llevaba conmigo la certeza de que, una vez más, había cumplido mi misión como narrador: inspirar, emocionar y conectar a través de las palabras.

Monólogo personalizado en la báscula de Sabadell

Desde el mismo momento en que cruzamos la puerta del teatro «La Báscula» en Sabadell, la anticipación se podía sentir en el aire. La atmósfera estaba cargada de expectación y emoción, ya que nos preparábamos para presenciar el talento único de Pep Ruiz, el renombrado especialista en monólogos personalizados. En esta ocasión, la estrella del espectáculo sería Carles, un hombre de 70 años cuya vida sería el hilo conductor de la noche.

El escenario estaba iluminado con destellos de luz tenue, creando un ambiente íntimo y acogedor. La sala se llenaba de risas y murmullos mientras el público se acomodaba en sus asientos, ansioso por sumergirse en la narrativa personalizada que Pep Ruiz había preparado para la ocasión.

El telón se alzó, revelando a Pep en el centro del escenario, micrófono en mano, con su característico carisma y presencia magnética. Comenzó a tejer la historia de Carles, entrelazando anécdotas y experiencias en un relato cautivador que mantenía a la audiencia pegada a cada palabra.

Durante 40 minutos, Pep Ruiz nos transportó a través de las distintas etapas de la vida de Carles, desde sus años de juventud hasta las vicisitudes de la adultez y la sabiduría que la edad avanzada trae consigo. El guión estaba hábilmente construido sobre las peculiaridades y las alegrías de la vida de Carles, transformando sus vivencias en momentos cómicos y reflexivos.

La audiencia no dejaba de reír, con carcajadas que resonaban en las paredes del teatro. Pero también hubo momentos de silencio respetuoso, cuando Pep tocaba las fibras más profundas de la existencia de Carles, recordándonos a todos que la comedia puede surgir incluso de las situaciones más conmovedoras.

Pep Ruiz no solo demostró su destreza como comediante sino también su habilidad para conectar con la audiencia de una manera única. El monólogo no solo era sobre Carles, sino que también se convertía en un espejo de nuestras propias experiencias y emociones. La empatía fluía libremente en el teatro, creando un lazo especial entre el escenario y la platea.

Al finalizar el monólogo, el aplauso resonó con fuerza en «La Báscula». Pep Ruiz, con una sonrisa humilde, agradeció a todos por ser parte de esa noche tan especial. La experiencia de presenciar un monólogo personalizado de esta índole no solo nos hizo reír y reflexionar, sino que también dejó una huella imborrable en nuestros corazones, recordándonos la magia de la comedia y la belleza de compartir nuestras historias.