Cuando la madre de Xavi me contactó para preparar un monólogo personalizado para su 50 cumpleaños, supe que tenía que ser algo especial. Quería un regalo original, algo que sorprendiera y emocionara a su hijo en un día tan importante.

Lo primero que hice fue recopilar información sobre Xavi: sus anécdotas más divertidas, sus frases típicas, sus manías, su grupo de amigos de toda la vida… Todo aquello que haría que el monólogo fuera único y lleno de complicidad. Con esos detalles, creé un guion adaptado a su historia, mezclando humor y cariño en cada palabra.
El día del evento, el ambiente era perfecto: una sala llena de familiares y amigos con ganas de celebrar. Subí al escenario y desde la primera broma vi que tenía al público en el bolsillo. Hablé de la juventud de Xavi, de sus aventuras (y desventuras) con la tecnología, de cómo sigue jugando al fútbol como si tuviera 20 años, y del amor incondicional de su madre, que había pensado en este regalo original para él.
Las risas no faltaron, pero tampoco los momentos emotivos. Cuando terminé, Xavi estaba emocionado y me agradeció haber convertido su historia en una celebración inolvidable. Su madre, feliz, me dijo que había sido la mejor decisión.
Ese es el poder de un monólogo personalizado: no es solo humor, es contar la vida de alguien con un toque especial. Y si además es un regalo original, el éxito está asegurado.
aquí podeis ver el inicio del monólogo:
Ahora Xavi es para mí una persona con cara y ojos, una vida propia y yo soy para Xavi soy monologuista de cabecera.