Carmen y las amigas de Tatiana se reunieron en Cornellà para celebrar la despedida de soltera de Tatiana, una amiga querida que se casaría en pocos días. El plan incluía un monólogo personalizado de Pep Ruiz, un comediante muy popular en Barcelona que prometía hacer reír a todas las asistentes.
El lugar era un sitio pequeño y acogedor, decorado con globos y luces, en el que se encontraban las amigas de Tatiana a la espera del espectáculo. Mientras tanto, brindaban con champagne y charlaban animadamente sobre lo que había pasado en sus vidas desde la última vez que se habían reunido.
Poco después, Pep Ruiz hizo su entrada triunfal al lugar, preparado para hacer reír al público con su humor irreverente y sus chistes picantes. Y lo consiguió. Las mujeres, sentadas en mesas redondas, no dejaban de reír mientras el comediante contaba historias y anécdotas que se ajustaban a la medida de Tatiana e incluían detalles de su vida personal.
El público, completamente entregado al espectáculo, reía sin parar. La celebración iba sobre ruedas, todo el mundo se lo pasaba en grande, sin duda, la elección del monólogo personalizado había sido todo un acierto.
Tras el monólogo y la animada celebración, el grupo de amigas decidió continuar la noche en un club cercano, donde permanecieron hasta altas horas de la madrugada. La experiencia había sido completa, Tatiana y sus amigas se llevaron un recuerdo inolvidable y lleno de risas y complicidad.