Monólogo personalizado en una fiesta de 18 años

Hacer un monólogo personalizado para una fiesta de 18 años en Barcelona fue una experiencia única y emocionante. Desde el momento en que entré al restaurante, sentí la energía vibrante de la juventud impregnando el aire. El ambiente estaba cargado de expectativas y emoción, y yo estaba listo para brindarles una noche inolvidable.

Los chicos y chicas, ansiosos por celebrar este hito en sus vidas, se congregaron alrededor de las mesas, riendo y charlando animadamente. La atmósfera estaba impregnada de alegría y camaradería. Con cada mirada y gesto, pude percibir la fuerte conexión entre ellos, lazos de amistad que se habían forjado a lo largo de los años.

Comencé mi monólogo personalizado, cautivando a la audiencia con anécdotas y chistes que resonaban con sus propias experiencias. Hablé de las travesuras de la adolescencia, los momentos de risas compartidas y las aventuras que habían vivido juntos. Con cada palabra, podía sentir cómo se identificaban con mis historias, cómo se sumergían en sus propios recuerdos mientras reían y aplaudían.

Lo maravilloso de este monólogo personalizado fue la capacidad de improvisar y adaptarme al momento. Con cada comentario o sugerencia que surgía de la audiencia, encontraba la manera de integrarlo perfectamente en mi actuación. Era como si estuviéramos tejiendo juntos una historia colectiva, una narrativa que reflejaba la esencia misma de su amistad y celebración.

La expresión «monólogo personalizado para fiesta de 18 años» resonaba en el ambiente, recordándonos a todos el motivo de nuestra reunión. Pero más allá de las palabras, era la conexión genuina entre nosotros lo que realmente importaba. En ese momento, éramos más que un grupo de amigos reunidos en un restaurante de Barcelona; éramos una familia, compartiendo risas, recuerdos y la promesa de un futuro brillante.

Al final de la noche, mientras nos despedíamos con abrazos y sonrisas, supe que esta experiencia había sido especial para todos nosotros. Había logrado crear algo más que un simple espectáculo; había creado un momento de unión y alegría que perduraría en nuestros corazones mucho después de que las luces se apagaran y la música se desvaneciera.

Hacer un monólogo personalizado para una fiesta de 18 años en Barcelona fue un honor y un privilegio. Pero más que eso, fue una experiencia que nos recordó la belleza de la amistad y la importancia de celebrar juntos los momentos más significativos de la vida.

Monólogo personalizado para los 18 años


¡Claro! Aquí tienes el texto:


Hola, soy Pep Ruiz, narrador de historias, y hoy quiero compartir mi experiencia en un evento único que tuvo lugar en un restaurante del centro de Barcelona. Me encontraba allí, frente a un público expectante, listo para hacer lo que mejor sé hacer: contar historias.

El ambiente estaba impregnado de emoción y anticipación. Era el cumpleaños número 18 de un joven, y su familia y amigos habían organizado una velada especial para celebrarlo. Y yo había sido invitado para añadir un toque de magia a la ocasión con mis relatos personalizados.

Me paré frente a la audiencia, sintiendo la energía vibrante que fluía a mi alrededor. Tomé un momento para conectarme con ellos, para sentir sus expectativas y su entusiasmo. Y entonces, comencé a tejer mi magia narrativa.

Con cada palabra que salía de mis labios, transportaba a todos los presentes a un mundo de aventuras, emociones y reflexiones. Conté historias de valentía, de amor, de superación. Historias que resonaban con el joven que celebraba su cumpleaños, historias que resonaban con cada uno de los presentes.

Hablé de los desafíos y las oportunidades que aguardaban al joven al embarcarse en la adultez. Le recordé la importancia de seguir sus sueños, de ser fiel a sí mismo, de nunca perder la pasión por la vida. Y lo hice con palabras que bailaban en el aire, que tocaban los corazones y despertaban las mentes.

Vi cómo las sonrisas se extendían por el rostro de la audiencia, cómo los ojos brillaban con complicidad y asombro. Sentí el poder de la narración en su forma más pura, esa capacidad de unir a extraños en un instante de conexión genuina.

Y cuando llegó el momento de concluir mi monólogo, lo hice con un sentimiento de gratitud y satisfacción. Sabía que había logrado mi objetivo de hacer de esa noche un recuerdo imborrable para el joven y todos los presentes.

Al finalizar, fui recibido con aplausos y agradecimientos. Me sentí honrado de haber sido parte de ese momento especial, de haber podido compartir mi pasión por las historias con quienes estaban dispuestos a escucharlas.

Así que mientras me despedía del restaurante del centro de Barcelona, llevaba conmigo la certeza de que, una vez más, había cumplido mi misión como narrador: inspirar, emocionar y conectar a través de las palabras.

Monólogo personalizado en la báscula de Sabadell

Desde el mismo momento en que cruzamos la puerta del teatro «La Báscula» en Sabadell, la anticipación se podía sentir en el aire. La atmósfera estaba cargada de expectación y emoción, ya que nos preparábamos para presenciar el talento único de Pep Ruiz, el renombrado especialista en monólogos personalizados. En esta ocasión, la estrella del espectáculo sería Carles, un hombre de 70 años cuya vida sería el hilo conductor de la noche.

El escenario estaba iluminado con destellos de luz tenue, creando un ambiente íntimo y acogedor. La sala se llenaba de risas y murmullos mientras el público se acomodaba en sus asientos, ansioso por sumergirse en la narrativa personalizada que Pep Ruiz había preparado para la ocasión.

El telón se alzó, revelando a Pep en el centro del escenario, micrófono en mano, con su característico carisma y presencia magnética. Comenzó a tejer la historia de Carles, entrelazando anécdotas y experiencias en un relato cautivador que mantenía a la audiencia pegada a cada palabra.

Durante 40 minutos, Pep Ruiz nos transportó a través de las distintas etapas de la vida de Carles, desde sus años de juventud hasta las vicisitudes de la adultez y la sabiduría que la edad avanzada trae consigo. El guión estaba hábilmente construido sobre las peculiaridades y las alegrías de la vida de Carles, transformando sus vivencias en momentos cómicos y reflexivos.

La audiencia no dejaba de reír, con carcajadas que resonaban en las paredes del teatro. Pero también hubo momentos de silencio respetuoso, cuando Pep tocaba las fibras más profundas de la existencia de Carles, recordándonos a todos que la comedia puede surgir incluso de las situaciones más conmovedoras.

Pep Ruiz no solo demostró su destreza como comediante sino también su habilidad para conectar con la audiencia de una manera única. El monólogo no solo era sobre Carles, sino que también se convertía en un espejo de nuestras propias experiencias y emociones. La empatía fluía libremente en el teatro, creando un lazo especial entre el escenario y la platea.

Al finalizar el monólogo, el aplauso resonó con fuerza en «La Báscula». Pep Ruiz, con una sonrisa humilde, agradeció a todos por ser parte de esa noche tan especial. La experiencia de presenciar un monólogo personalizado de esta índole no solo nos hizo reír y reflexionar, sino que también dejó una huella imborrable en nuestros corazones, recordándonos la magia de la comedia y la belleza de compartir nuestras historias.

Monólogo en una discoteca

La discoteca de Barcelona estaba repleta de energía y anticipación, mientras los invitados se congregaban para celebrar el 18 cumpleaños de Héctor. El ambiente estaba lleno de luces brillantes y música vibrante, creando la atmósfera perfecta para una noche memorable. Pero lo que nadie esperaba era la sorpresa que les esperaba: un monólogo personalizado hecho por el monologuista Pep Ruiz.

Cuando Pep Ruiz subió al escenario, la multitud estalló en aplausos y vítores. Su carisma y sentido del humor eran contagiosos, y todos sabían que estaban a punto de vivir un espectáculo inolvidable. Pep Ruiz comenzó a tejer una narrativa hilarante sobre la vida de Héctor y su pasión desbordante por los coches.

Con una habilidad única para captar los detalles más divertidos y extravagantes, Pep Ruiz hizo reír a la multitud mientras recreaba situaciones cómicas y anécdotas relacionadas con el mundo del automóvil. Desde las primeras travesuras de Héctor en un cochecito de juguete hasta sus travesuras al volante durante las prácticas de conducción, cada historia estaba cargada de humor y autenticidad.

Pep Ruiz hizo un uso magistral de su talento para las imitaciones, trayendo a la vida a los personajes extravagantes que Héctor había conocido a lo largo de su vida automovilística. Desde el mecánico cascarrabias hasta el vendedor de coches entusiasta, cada personaje estaba lleno de excentricidades y ocurrencias que hacían reír a carcajadas a la multitud.

Pero no todo se trataba de risas y diversión. A medida que avanzaba el monólogo, Pep Ruiz encontró la manera de conectar la pasión de Héctor por los coches con lecciones valiosas sobre el esfuerzo, la perseverancia y la dedicación. A través de historias conmovedoras sobre los desafíos que enfrentó Héctor para seguir su sueño, el monólogo se convirtió en una fuente de inspiración para todos los presentes.

La interacción entre Pep Ruiz y el público fue inigualable. Los invitados se encontraban riendo, asintiendo y animando en cada momento. El monólogo personalizado se convirtió en una experiencia compartida, donde todos se sentían conectados a través de las risas y las emociones.

Al final de la actuación, la discoteca estalló en una ovación ensordecedora. Héctor, el protagonista de la noche, se encontraba radiante de felicidad y emoción. El monólogo personalizado había sido un éxito rotundo, y la celebración de su pasión por los coches se había convertido en una experiencia inolvidable.

La noche continuó con música, baile y una atmósfera de alegría que envolvía a todos los presentes. Pero lo que nadie olvidaría nunca fue el monólogo.

Monólogo personalizado en los Pirineos

La atmósfera en la Seu d’Urgell estaba cargada de expectación mientras el público se acomodaba en sus asientos. El rumor de la conversación se mezclaba con el sonido suave de la música ambiental, creando una sensación de anticipación en el aire. Todos esperaban ansiosos el monólogo personalizado que Pep Ruiz tenía preparado para honrar la vida de Josep, un hombre de 50 años, su esposa Celia y sus dos hijas adolescentes.

Cuando las luces se atenuaron y el telón se alzó, Pep Ruiz apareció en el escenario, saludando al público con una sonrisa radiante. Sin perder tiempo, comenzó a tejer una narrativa cautivadora sobre la vida de Josep y su familia.

Con su característico estilo humorístico y su habilidad para captar la esencia de cada personaje, Pep Ruiz llevó al público a través de los altibajos de la vida de Josep. Desde las anécdotas cómicas de su juventud hasta las travesuras de sus hijas adolescentes, cada historia estaba impregnada de autenticidad y emoción.

El monólogo personalizado se convirtió en un viaje a través del tiempo, mientras Pep Ruiz recreaba momentos especiales, risas compartidas y desafíos superados. Cada palabra estaba cuidadosamente seleccionada para capturar la esencia de la vida de Josep y su familia, logrando que el público se identificara con cada situación y se sumergiera en sus vivencias.

Pep Ruiz también se aseguró de resaltar los valores y las lecciones aprendidas a lo largo del camino. El amor incondicional de Josep por su esposa Celia y su dedicación como padre amoroso y comprensivo hacia sus hijas, inspiraron al público y recordaron la importancia de valorar y nutrir las relaciones familiares.

El monólogo fue un éxito rotundo. Las risas resonaban en todo el teatro, mezclándose con los aplausos y los suspiros de emoción. El público se sentía conectado con Josep y su familia, encontrando similitudes con sus propias experiencias y recordando la belleza de los momentos compartidos en la vida.

Al final de la actuación, Pep Ruiz fue aclamado con entusiasmo y ovaciones de pie. El monólogo personalizado había sido un tributo conmovedor a la vida de Josep, su esposa Celia y sus hijas adolescentes. El público se fue con una sensación de gratitud y una renovada apreciación por las alegrías y los desafíos que la vida les había brindado.

La experiencia de presenciar este monólogo personalizado fue verdaderamente única. Pep Ruiz había logrado crear un vínculo entre el escenario y el público, llevándolos a un viaje de risas, reflexión y conexión humana. La actuación en la Seu d’Urgell fue un testimonio del poder del arte para celebrar y

Bodas de oro con sorpresa

El monólogo personalizado es una forma de arte que combina humor, emotividad y conexión personal para crear una experiencia inolvidable. En el mundo de las bodas, esta forma de entretenimiento se ha convertido en una verdadera joya, capaz de arrancar risas y emociones a partes iguales. Un ejemplo destacado de ello es el talentoso monologuista Pep Ruiz, quien ha dejado una huella imborrable con su monólogo personalizado sobre la aventura de vivir juntos 50 años casados. Permíteme adentrarte en este maravilloso universo y compartir contigo por qué este tipo de actuación merece ser apreciada y valorada.

El Arte de Personalizar:

https://studio.youtube.com/video/9y2HpyQX6z8/edit

Uno de los aspectos más destacados del monólogo personalizado es su capacidad para adaptarse a la historia y las experiencias de la pareja de novios. En el caso de Pep Ruiz, su monólogo sobre una vida compartida durante 50 años es un homenaje a la valentía, el compromiso y el amor duradero. Mediante su investigación detallada y su capacidad de observación, Pep logra capturar la esencia única de la pareja y transformarla en risas y emoción en el escenario.

Humor y Emotividad en Equilibrio:

El monólogo personalizado de Pep Ruiz se convierte en una danza equilibrada entre el humor y la emotividad. A medida que el monologuista navega por las vivencias de la pareja, los chistes bien construidos y las situaciones cómicas se entrelazan con los momentos más conmovedores. La audiencia se ve envuelta en una montaña rusa de risas y lágrimas, mientras Pep toca temas profundos y delicados con una sutileza y un respeto admirables.

Conexión con la Audiencia:

Un monólogo personalizado no solo tiene el poder de entretener, sino también de conectar profundamente con la audiencia. En el caso de una boda, donde familiares y amigos cercanos se reúnen para celebrar el amor de una pareja, la conexión emocional es especialmente relevante. Pep Ruiz sabe cómo llegar al corazón de las personas, encontrando similitudes y puntos de encuentro entre las experiencias de la pareja y las de los invitados. Esta conexión crea una atmósfera mágica donde las risas se comparten y los recuerdos se tejen.

Un Regalo Inolvidable:

El monólogo personalizado de Pep Ruiz se convierte en un regalo inolvidable para la pareja de novios y todos los invitados. No solo se trata de una actuación más en la boda, sino de una experiencia única y especial. El monólogo personalizado es un tributo a la pareja, una manera de honrar su historia y celebrar su amor. Es un regalo que perdurará en la memoria de todos los presentes mucho después de que las luces se apaguen.

Conclusión:

El monólogo personalizado para una boda es un tesoro preciado en el mundo del entretenimiento. Pep Ruiz, con su talento innato y su habilidad para crear un vínculo con la audiencia, ha elevado esta forma de arte a nuevas alturas. Su monólogo sobre la aventura

Despedida de soltera sin boy, ¿es posible?

La energía en el aire era palpable mientras el grupo de amigas se reunía en una sala privada para celebrar la despedida de soltera de su querido amiga. El ambiente estaba lleno de risas y entusiasmo, y todos esperaban con ansias el momento especial: el monólogo personalizado de Pep Ruiz, el monologuista conocido por su humor irreverente y su capacidad para conectar con el público.

Pep Ruiz, un hombre carismático con una presencia imponente en el escenario, se preparaba para llevar a cabo su actuación más personal hasta la fecha. Había investigado a fondo sobre la homenajeada, recopilando anécdotas y detalles que harían que su monólogo fuera único y especial. La expectación era alta, y el grupo de amigas estaba listo para reír a carcajadas.

Pep empezó su monólogo personalizado. Su sonrisa traviesa y su mirada pícara prometían una noche llena de diversión. Comenzó a contar historias que arrancaron risas instantáneas de todos los presentes. El monologuista se sumergió en los momentos más destacados de la vida de la novia, compartiendo anécdotas divertidas y reveladoras que solo las amigas más cercanos conocían.

La sala resonaba con la risa colectiva, mientras Pep Ruiz combinaba sus habilidades cómicas con su estilo personalizado. Los chistes se enredaban con las peculiaridades de la homenajeada, creando un espectáculo inolvidable que arrancaba carcajadas sinceras de las amigas. Cada broma golpeaba suavemente en el corazón de la novia, quien, aunque sorprendida por la atención, disfrutaba de la experiencia única.

A medida que el monólogo avanzaba, Pep Ruiz navegaba hábilmente entre los momentos más hilarantes y las anécdotas más tiernas. En medio de la risa y los aplausos, el monologuista también encontró espacio para destacar las cualidades de la homenajeada, elogiando su amistad y compromiso con los demás. Fue un equilibrio perfecto entre humor y emotividad.

El monólogo personalizado de Pep Ruiz se convirtió en el alma de la fiesta. Las amigas celebraban cada palabra, cada gesto, cada risa compartida. Era una experiencia única y especial que nunca olvidarían. El monologuista logró lo que se proponía: crear un vínculo profundo entre la novia y sus amigas, reafirmando su amistad y dejando un recuerdo imborrable en sus corazones.

A medida que Pep Ruiz concluía su actuación, el aplauso y los vítores llenaban la sala. El monologuista había dejado una huella imborrable en la despedida de soltera, regalando risas y creando un momento mágico para todas. Con su talento único y su capacidad para conectar con el público, Pep Ruiz demostró una vez más por qué es considerado un gran monologuista.

La noche continuó con alegría y camaradería, mientras los amigos seguían recordando las risas vividas.

Despedida de soltera divertida

Carmen y las amigas de Tatiana se reunieron en Cornellà para celebrar la despedida de soltera de Tatiana, una amiga querida que se casaría en pocos días. El plan incluía un monólogo personalizado de Pep Ruiz, un comediante muy popular en Barcelona que prometía hacer reír a todas las asistentes.

El lugar era un sitio pequeño y acogedor, decorado con globos y luces, en el que se encontraban las amigas de Tatiana a la espera del espectáculo. Mientras tanto, brindaban con champagne y charlaban animadamente sobre lo que había pasado en sus vidas desde la última vez que se habían reunido.

Poco después, Pep Ruiz hizo su entrada triunfal al lugar, preparado para hacer reír al público con su humor irreverente y sus chistes picantes. Y lo consiguió. Las mujeres, sentadas en mesas redondas, no dejaban de reír mientras el comediante contaba historias y anécdotas que se ajustaban a la medida de Tatiana e incluían detalles de su vida personal.

El público, completamente entregado al espectáculo, reía sin parar. La celebración iba sobre ruedas, todo el mundo se lo pasaba en grande, sin duda, la elección del monólogo personalizado había sido todo un acierto.

Tras el monólogo y la animada celebración, el grupo de amigas decidió continuar la noche en un club cercano, donde permanecieron hasta altas horas de la madrugada. La experiencia había sido completa, Tatiana y sus amigas se llevaron un recuerdo inolvidable y lleno de risas y complicidad.

Monólgo personalizado para celebrar 50 años.

Carlos encontró algunas reseñas mías en internet. De ahí, llegó a mi web y visionó alguno de los videos que tengo publicados. Le gusté, supongo. Y pensó que regalarle a su mujer un monólogo personalizado era una buena idea.

El resto, es fácil. Si contactas conmigo por mail o por whatsapp, te contestaré en menos de un par de horas, sobre todo si utilizas el chat. ¿Qué le voy a hacer? estoy enganchado. Cojo antes el teléfono que cualquier otra cosa. Sí, que cualquier otra cosa que te imagines.

No me avisó con mucho tiempo, menos de una semana, así que le pedí a Carlos que me pasase la información sobre su mujer lo antes posible. Le envié las preguntas que suelo hacer para conocer la vida y milagros de mi protagonista.

Hablamos un rato por teléfono, le pedí que no ufera parco, que se explayase. En general, cuando quien contrata el monólogo personalizado es un hombre, suele explicar menos cosas. Responde a las preguntas como si fuera un formulario de hacienda. Ejemplo: ¿Cómo es la relación de pareja? respuesta: «Buena» Y ya está. Pregunta: ¿Cuándo os conocistéis? «Hace un montón de tiempo» ¿Cómo fue la primera cita? Respuesta: «Bien. Si no no estaríamos juntos». Te envían un escrito que cabe en un posit.

Y con eso majete, monta un guión para hacer un monólogo de 40 minutos!!!!

Pero Carlos se lo curró mucho y me pasó un montón de información . Contribuyeron también los hermanos de Ana, y así puede hacerme una idea de su infancia, y utilizar algunas anédctodas de esa época.

Tuve que trabajar rápido, en menos de dos días preparé el guión. Y dos días más de ensayos muy intensos. Ensayar muchas horas seguidas puede ser agotador, pero en caliente, salen más ideas, más propuestas divertidas. Yo grabo todos los ensayos en video y en cada pausa, anoto las partes que creo que pueden servir, para visionarlas después. A las dos horas más o menos, paro y miro lo que creo que vale la pena. A veces miro lo que peor me ha parecido, porque también está bien aprender lo que no hay que hacer.

Finalmente, tenía un guión que podía defender!!!

La actuación era un sábado por la noche, en Viladecans. Después de la cena, aparecí.

Carlos me envió la ubicación y llegué sin problemas. Me adelanté un poco, siempre prefiero llegar antes. Y si tengo que espera, me acuerdo de lo que decía Fernando Fernán Gómez: » a los actores nos pagan por esperar» Es cierto, aunque creo que las cantidades no son iguales…Aunque él era un genio y yo pues no. Hay actores, actorcillos y manillares de bicicleta.

Todo estaba dispuesto. Los encargados del restaurante fueron muy amables conmigo y acordamos conjuntamente cuando empezaría mi actuación.

Por fín, entré en sala. Ana estaba nerviosa al principio, y cuando empecé a hablar de ella como si la conociera de toda la vida… no sabía a donde mirar. Solo le faltó buscar una cámara oculta.

Desgranando y jugando con algunas anécdotas de su vida, se moría de la risa y un poco de vergüenza: «¿Por qué le habéis explicado esto?» repetía sin parar…

Todos rieron un montón y la cosa de alargó, creo que fueron más de 45 minutos, pero a mí, y a los invitados y a Ana se nos hizo más bien corto.

Después nos hicimos unas fotos juntos, porque para todos, fue una noche muy especial.

No te quedes sin contratar un monólogo personalizado, no te arrepentirás!!!

Llámame y lo hablamos: Pep Ruiz 639 75 91 70

Si quieres ver cómo actuo:

https://www.instagram.com/p/Cf7Jo-_LdBw/

Boda con Barcelona a nuestros pies

Núria y Xesco protagonizaron una boda elegante, emotiva, divertida. En el restaurante Mirabeu, con Barcelona a nuestros pies.

Núria y yo nos conocíamos tras nuestro paso por el programa de radio de la Cadena Ser 3,14. Yo participé durante dos temporadas como monologuista de cabecera del programa. Núria fue invitada en un programa yel monólogo de aquel día le gustó.

De eso habían pasado 3 años, pero cuando decidió casarse, pensó en aquel monologuista bajito. Pensó que podía ser una buena opción como maestro de ceremonias. A la vista de los resultados, no se equivocó. Si de una boda sale otra boda, de esta, han salido dos. Por lo menos a mí. Casaré a dos parejas que estuvieron presentes en la celebración. Dentro de unos meses, ya os contaré como va…

Ahora os hablaré de ellos, de Núria y de Xesco. Hacen una pareja que los casarías cada día si hiciese falta. Simpáticos, buenas personas, inteligentes, guapos (para mi gusto ella más que él, pero eso es muy personal)… solo tienen un defecto: se quieren tanto, tanto, que dan un poco de rabia.

Uno se pregunta: ¿es posible tanto amor? Se ve que sí. Ya llevan viviendo juntos unos cuantos años y además no viven solos: los hijos de Núria están por allí. Constatemente.

Por supuesto, no solo recabé información de los novios de ellos mismos o de los amigos y amigas. TAmbién de los hijos, de los que esperaba críticas sibilinas a la madre y no tanta sibilinas a Xesco. Pero no. Para nada. De hecho uno de los momentos más bonitos fue cuando le di la palabra a la hija (soy capaz de compartir el micro, si me concentro mucho) y esta habló de que significaba Xesco en su vida… Sí, lo reconozco, yo también lloré.

Pero enseguida me repuse y después de la intervención subí el nivel de humor para compensar.

Tenía material más que suficiente. Tanto ella como él hicieron bien sus deberes: me pasaron un montón de info el uno del otro, además, material realmente jugoso.

Les hice también algunas preguntas para ver si se conocían realmente. Con ellas acabé el monólogo personalizado propiamete dicho, antes de iniciar la ceremonia de los anillos y los votos.

Quizá era el ambiente y el lugar, quizá eran los novios, pero se respiraba un ambiente relajado, festivo pero sin nervios. Núria estaba algo más nerviosa al iniciar la ceremonia, pero cuando le dije que Xesco me había asegurado que diría que sí, respiró… Quizá no las tenía todas consigo…

Tras darse los anillos les hice leer los votos que había preparado para cada uno de ellos. Estaban llenos de humor y eran una especia de propósitos de enmienda, porque nadie es perfecto… Tras los votos, les dije que ya podían besarse, pero no esperaba que se lo tomasen de forma tan literal. No estoy seguro, pero quizá siguen allí, a los pies de Barcelona, besándose…

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