Monólogo personalizado en la Plaza Real.

Monólogo personalizado en la plaza real.

Monólogo personalizado regalo 40 aniversario. Ramón ha tenido una vida tan intensa, y es una persona tan especial, que su novia, su compañera, pensó que bien se merecía un monólogo personalizado.

Una persona que ha sido enóloga y ahora se dedica al bridge, no es habitual. Me refiero al bridge juego de cartas, no a hacer puentes en Inglaterra, claro.

Su pareja encontró la página de Pep Ruiz por internet, aquí la tienes:

Después, vio algunos videos de Pep, aquí:

Eso la animó a contactar con él, o sea, conmigo, vaya. No sé porque estoy hablando en tercera persona, eso lo hace el papa y Maradona.

Bueno, Maradona ya no. Bueno, sí, pero solo cuando habla con el papa. (El papa puede hablar con Dios, ¿os acordáis?)

El caso es que la conversación fluyó fácil, justamente ese día lo tenía disponible a la hora que a ella le interesaba y con las cuatro cosas que me anticipó por teléfono, me moría de ganas de hacer el monólogo.

Ese mismo día, me envió un texto de siete páginas y escrito como si fuera una novela. Nunca me habían pasado una información tan completa, la verdad. Casi tengo un empacho de información.

Así las cosas, tenía que estar a la altura y preparar un guión que superase lo escrito por ella, cosas realmente difícil. De hecho ella ha escrito un par de libros…No es fácil hacer un monólogo personalizado regalo 40 aniversario. Y menos a este nivel.

Llegó el día, la hora H. Me esperaban en el Hotel DO, en la entrada de la Plaza Real. Sábado noche y la Rambla y alrededores han vuelto casi a su antiguo esplendor. Terrazas llenas, quizá con más presencia de nativos que antaño, pero animadas a tope.

Me esperaban en la terraza del hotel. Las vistas casi me quitan el hipo:

Ramon, el protagonista, estaba sentado bien relajado  y de repente aparece un servidor. Al principio hasta se asustó. No esperaba ninguna sorpresa, de hecho había escogido él el restaurante, el menú, todo. Le gusta tenerlo todo controlado, y de repente, su novia le salta con la sorpresa. Inicialmente, mi trabajo fue ganarme su confianza y su relax. Los invitados, que no sabían nada, no paraban de reír. A los diez minutos o menos, Ramon estaba totalmente entregado y el monólogo personalizado fue todo un éxito.

Pero yo, además del gran rato pasado, me llevo el trabajar con unas vistas increíbles y haber conocido a un grupo humano entrañable. Así, gracias a vosotros, de corazón.

¿quieres  saber más sobre cómo organizamos nuestras cenas o comidas con monólogo personalizado?

Si quieres saber que opinan de nosotros la gente que ya ha celebrado su fiesta:

Para saber más de nuestras cenas con monólogo

Si te interesa el monólogo personalizado pero quieras organizarlo en otro lugar, puedes contratar a nuestro monologuista, Pep Ruiz, aquí:

monólogos personalizados