Carmen y las amigas de Tatiana se reunieron en Cornellà para celebrar la despedida de soltera de Tatiana, una amiga querida que se casaría en pocos días. El plan incluía un monólogo personalizado de Pep Ruiz, un comediante muy popular en Barcelona que prometía hacer reír a todas las asistentes.
El lugar era un sitio pequeño y acogedor, decorado con globos y luces, en el que se encontraban las amigas de Tatiana a la espera del espectáculo. Mientras tanto, brindaban con champagne y charlaban animadamente sobre lo que había pasado en sus vidas desde la última vez que se habían reunido.
Poco después, Pep Ruiz hizo su entrada triunfal al lugar, preparado para hacer reír al público con su humor irreverente y sus chistes picantes. Y lo consiguió. Las mujeres, sentadas en mesas redondas, no dejaban de reír mientras el comediante contaba historias y anécdotas que se ajustaban a la medida de Tatiana e incluían detalles de su vida personal.
El público, completamente entregado al espectáculo, reía sin parar. La celebración iba sobre ruedas, todo el mundo se lo pasaba en grande, sin duda, la elección del monólogo personalizado había sido todo un acierto.
Tras el monólogo y la animada celebración, el grupo de amigas decidió continuar la noche en un club cercano, donde permanecieron hasta altas horas de la madrugada. La experiencia había sido completa, Tatiana y sus amigas se llevaron un recuerdo inolvidable y lleno de risas y complicidad.
Monólgo personalizado para celebrar 50 años.
Carlos encontró algunas reseñas mías en internet. De ahí, llegó a mi web y visionó alguno de los videos que tengo publicados. Le gusté, supongo. Y pensó que regalarle a su mujer un monólogo personalizado era una buena idea.
El resto, es fácil. Si contactas conmigo por mail o por whatsapp, te contestaré en menos de un par de horas, sobre todo si utilizas el chat. ¿Qué le voy a hacer? estoy enganchado. Cojo antes el teléfono que cualquier otra cosa. Sí, que cualquier otra cosa que te imagines.
No me avisó con mucho tiempo, menos de una semana, así que le pedí a Carlos que me pasase la información sobre su mujer lo antes posible. Le envié las preguntas que suelo hacer para conocer la vida y milagros de mi protagonista.
Hablamos un rato por teléfono, le pedí que no ufera parco, que se explayase. En general, cuando quien contrata el monólogo personalizado es un hombre, suele explicar menos cosas. Responde a las preguntas como si fuera un formulario de hacienda. Ejemplo: ¿Cómo es la relación de pareja? respuesta: «Buena» Y ya está. Pregunta: ¿Cuándo os conocistéis? «Hace un montón de tiempo» ¿Cómo fue la primera cita? Respuesta: «Bien. Si no no estaríamos juntos». Te envían un escrito que cabe en un posit.
Y con eso majete, monta un guión para hacer un monólogo de 40 minutos!!!!
Pero Carlos se lo curró mucho y me pasó un montón de información . Contribuyeron también los hermanos de Ana, y así puede hacerme una idea de su infancia, y utilizar algunas anédctodas de esa época.
Tuve que trabajar rápido, en menos de dos días preparé el guión. Y dos días más de ensayos muy intensos. Ensayar muchas horas seguidas puede ser agotador, pero en caliente, salen más ideas, más propuestas divertidas. Yo grabo todos los ensayos en video y en cada pausa, anoto las partes que creo que pueden servir, para visionarlas después. A las dos horas más o menos, paro y miro lo que creo que vale la pena. A veces miro lo que peor me ha parecido, porque también está bien aprender lo que no hay que hacer.
Finalmente, tenía un guión que podía defender!!!
La actuación era un sábado por la noche, en Viladecans. Después de la cena, aparecí.
Carlos me envió la ubicación y llegué sin problemas. Me adelanté un poco, siempre prefiero llegar antes. Y si tengo que espera, me acuerdo de lo que decía Fernando Fernán Gómez: » a los actores nos pagan por esperar» Es cierto, aunque creo que las cantidades no son iguales…Aunque él era un genio y yo pues no. Hay actores, actorcillos y manillares de bicicleta.
Todo estaba dispuesto. Los encargados del restaurante fueron muy amables conmigo y acordamos conjuntamente cuando empezaría mi actuación.
Por fín, entré en sala. Ana estaba nerviosa al principio, y cuando empecé a hablar de ella como si la conociera de toda la vida… no sabía a donde mirar. Solo le faltó buscar una cámara oculta.
Desgranando y jugando con algunas anécdotas de su vida, se moría de la risa y un poco de vergüenza: «¿Por qué le habéis explicado esto?» repetía sin parar…
Todos rieron un montón y la cosa de alargó, creo que fueron más de 45 minutos, pero a mí, y a los invitados y a Ana se nos hizo más bien corto.
Después nos hicimos unas fotos juntos, porque para todos, fue una noche muy especial.
No te quedes sin contratar un monólogo personalizado, no te arrepentirás!!!
Llámame y lo hablamos: Pep Ruiz 639 75 91 70
Si quieres ver cómo actuo:
https://www.instagram.com/p/Cf7Jo-_LdBw/
Boda con Barcelona a nuestros pies
Núria y Xesco protagonizaron una boda elegante, emotiva, divertida. En el restaurante Mirabeu, con Barcelona a nuestros pies.
Núria y yo nos conocíamos tras nuestro paso por el programa de radio de la Cadena Ser 3,14. Yo participé durante dos temporadas como monologuista de cabecera del programa. Núria fue invitada en un programa yel monólogo de aquel día le gustó.
De eso habían pasado 3 años, pero cuando decidió casarse, pensó en aquel monologuista bajito. Pensó que podía ser una buena opción como maestro de ceremonias. A la vista de los resultados, no se equivocó. Si de una boda sale otra boda, de esta, han salido dos. Por lo menos a mí. Casaré a dos parejas que estuvieron presentes en la celebración. Dentro de unos meses, ya os contaré como va…
Ahora os hablaré de ellos, de Núria y de Xesco. Hacen una pareja que los casarías cada día si hiciese falta. Simpáticos, buenas personas, inteligentes, guapos (para mi gusto ella más que él, pero eso es muy personal)… solo tienen un defecto: se quieren tanto, tanto, que dan un poco de rabia.
Uno se pregunta: ¿es posible tanto amor? Se ve que sí. Ya llevan viviendo juntos unos cuantos años y además no viven solos: los hijos de Núria están por allí. Constatemente.
Por supuesto, no solo recabé información de los novios de ellos mismos o de los amigos y amigas. TAmbién de los hijos, de los que esperaba críticas sibilinas a la madre y no tanta sibilinas a Xesco. Pero no. Para nada. De hecho uno de los momentos más bonitos fue cuando le di la palabra a la hija (soy capaz de compartir el micro, si me concentro mucho) y esta habló de que significaba Xesco en su vida… Sí, lo reconozco, yo también lloré.
Pero enseguida me repuse y después de la intervención subí el nivel de humor para compensar.
Tenía material más que suficiente. Tanto ella como él hicieron bien sus deberes: me pasaron un montón de info el uno del otro, además, material realmente jugoso.
Les hice también algunas preguntas para ver si se conocían realmente. Con ellas acabé el monólogo personalizado propiamete dicho, antes de iniciar la ceremonia de los anillos y los votos.
Quizá era el ambiente y el lugar, quizá eran los novios, pero se respiraba un ambiente relajado, festivo pero sin nervios. Núria estaba algo más nerviosa al iniciar la ceremonia, pero cuando le dije que Xesco me había asegurado que diría que sí, respiró… Quizá no las tenía todas consigo…
Tras darse los anillos les hice leer los votos que había preparado para cada uno de ellos. Estaban llenos de humor y eran una especia de propósitos de enmienda, porque nadie es perfecto… Tras los votos, les dije que ya podían besarse, pero no esperaba que se lo tomasen de forma tan literal. No estoy seguro, pero quizá siguen allí, a los pies de Barcelona, besándose…
18 años también dan para un buen monólogo personalizado.
Si tu hijo o tu hija es una persona divertida, un monólogo personalizado será un regalo ideal para sus 18 años, algo diferente que seguramente, no habrá visto ni él ni sus invitados.
Es fue lo que pensaron los padres de Adrián cuando decidieron contratar el monólogo personalizado para su hijo.
A Adrián, como a tantos chicos y chicas de su edad, le encanta salir con los amigos, los video juegos y el manga. Le gustaría ser muchas, muchas cosas, porque tiene una edad en la que cerrarse caminos es absurdo; ya se los cerrará la vida, no hay que tener prisa.
Sus padres, que como no puede ser de otra manera lo quieren mucho, se pusieron en contacto conmigo para resolver todas las dudas. Hoy en día mucha gente prefiere hablarlo todo por whatsapp, pero creo que para algo así una primera llamada, para que nos conozcamos, es importante. Sobre todo para despejar dudas y reticencias que la gente puede tener.
Es normal: primero no sabemos que tal actuará la persona a la que llamamos. Y si lo hace bien, ¿será demasiado cara? O al contrario, será barato pero malo. Es difícil elegir algo así… y sobre todo, a la persona que se lo regalamos, ¿le gustará? Un libro, una prenda de ropa, pueden devolverse, un monólogo personalizado, no. El humor que utilice el monologuista; ¿será demasiado hiriente?
Todas estas dudas pueden despejarse en una primera llamada, o al menos, eso intento. Sobre el precio de mis monólogos: como a mi me encanta trabajar, aplico las tarifas más ajustadas que dignifiquen mi trabajo y me permitan pagar el alquiler, la factura de la luz y demás. Prefiero trabajar mucho y cobrar menos en cada bolo que al revés. Por eso mis precios son muy, muy ajustados.
Sobre si le gustará o no al protagonista: ¡a todo el mundo le sorprende y le gusta! Que un desconocido se presente delante de ti y sepa tu vida y haya construido un relato a partir de ella… no puede dejarnos nunca indiferente. Enseguida verán que si me río de alguien, es de mi mismo.
Tengo clarísimo el objetivo: hacer pasar un buen rato, un rato diferente y especial al protagonista y a sus invitados. Humor, con amor.
Los padres de Adrián quedaron convencidos tras despejar todas las dudas y nos pusimos manos a la obra.
Les envié un cuestionario específico para personas de 18 años. Las circunstancias generales son diferentes, y las preguntas también lo son. A esta edad es también muy importante la aportación de amigos y amigas, a través de sus anécdotas comunes. A veces cuesta que las chicas y chicos de esta edad colaboren, en parte porque no quieren contar algunas cosas a los padres del protagonista, así que siempre digo a los padres que pasen directamente mi teléfono a los amigos, para que me cuenten todo lo que sea directamente a mí.
Pronto me di cuenta de que Adrián era un joven encantador, lleno de ilusión y ganas de vivir. Tuve que investigar algunas cosas: el mundo del manga, del cómic en general, bucear en sus autores favoritos para a través de sus novelas gráficas, buscar paralelismos entre los protagonistas de dichas historias y el propio Adrián y sus amigos, a partir de algunas de las anécdotas que había recibido. Esa parte le encantó, se quedó alucinado.
También investigué sobre sus juegos online favoritos, y después de hablar un par de veces por teléfono con los padres y con algunos amigos, el guion estaba listo.
Me costó memorizar los nombres de los autores de cómic, de los personajes y de los juegos, algunos eran nombres japoneses, y en algunos casos, opté por «hispanizarlos», de forma que fuese gracioso. Funcionó.
El día de la actuación me presenté en casa de Adrián 10 minutos antes de la hora convenida. Es mejor siempre esperar a que te esperen. Fernando Fernán Gómez siempre decía: «nos pagan por esperar».
Su familia y sus amigos me recibieron de forma inmejorable, se notaba que les hacía ilusión a todos.
Adrián aceptó enseguida su rol de protagonista y el monólogo se nos hizo corto a todos, a pesar de que duró unos 50 minutos. A mi también se me hizo corto, porque me lo estaba pasando muy bien.
Y es que hacer reír es una de las cosas más divertidas que pueden hacerse.
Salí cansado, pero satisfecho.
¡Hasta el próximo, quizá sea para ti!
Celebrar 70 años con un repaso divertido a tu vida
Un monólogo personalizado para los 70 años, claro que sí
Cuando cumples 70 años y estás tan a tope como lo está Ángel, celebrar una gran fiesta con tus mejores amigos y tu familia es casi, casi, obligado.
Si además has tenido una vida interesante, con alegrías e infortunios, entonces novelar tu vida es una buena idea. Un monólogo no es una novela, pero con nuestros monólogos personalizados conseguimos que tu vida parezca una novela. Pero eso sí, una novela muy divertida.
Maria Rosa, la mujer de Ángel, se convenció enseguida. Es una mujer acostumbrada a tomar decisiones, y después de hacerme algunas preguntas, vio claramente que encajaba perfectamente para la fiesta que quería organizar a su marido.
Quiso asegurarse de que, a pesar de que se trataba de un monólogo de humor, fuese un producto serio. Y es normal ese miedo. Mucha gente piensa que como lo que vamos a hacer es humor, los monologuistas no somos serios. Desgraciadamente, algunos compañeros con poca experiencia, a veces, confirman esos prejuicios.
En mi caso, después de más de 1000 monólogos personalizados, la seriedad y la profesionalidad están garantizadas. No puedes dedicarte durante tanto tiempo a esto si no combinas talento interpretativo y chispa, pero también seriedad y profesionalidad.
Toda la información que necesité para el monólogo me la proporcionaron las hijas de Ángel y su mujer. Rosa se azoró un poco al ver tantas preguntas: “45 años con él y leyendo tus preguntas, ¡qué poco lo conozco!” Me dijo en más de una ocasión.
También estaba algo nerviosa sobre que cosas iba a decir. Poco antes de empezar, me pidió que fuese prudente. No quería alarmarla, pero le dije que el humor y la prudencia son antagónicos. Humor prudente sería como cocina inglesa o fuego amigo; un oxímoron.
El evento se celebró en la Masia Museu Serra, justo en la frontera entre L’Hospitalet y Cornellà. Los amigos del restaurante estuvieron super atentos conmigo y me dieron todas las facilidades. Como hago siempre, había hablado unos días antes con ellos, para ponernos de acuerdo con el equipo de sonido, los tiempos, etc Me gusta presentarme antes y alterar lo mínimo su trabajo.
Empecé mi actuación tras el postre. Los principios, sin escenario ni nadie que te presente, son a veces un poco fríos, pero yo tengo mis recursos para que eso no ocurra:
Tras la sorpresa inicial, Ángel alucinaba con lo que sabía sobre él. Hubo momentos muy divertidos para mi, cuando él me decía algo sobre alguna de sus aficiones y yo le recogía el guante y completa su comentario. De pasta de moniato, estaba.
Durante el monólogo personalizado conseguí la participación de gran parte del público y todo salió rodado. Tanto Ángel como su familia quedaron encantados, y al acabar, repartí algunas tarjetas. Mis monólogos son como las bodas, de cada uno, salen dos!!!
¡Hasta el próximo, quizá sea el tuyo!
Maestro de ceremonias y monólogo personalizado en una boda.
Estar presente en uno de los días más importantes de dos personas que se quieren es siempre bonito, pero si además, eres uno de los que hacen que esa fecha sea realmente especial, entonces, tu trabajo es un privilegio.
Eso sentí este primer domingo de junio en la boda de Susana y Eduardo.
Desde el momento que contactaron conmigo, sabía que eran dos personas especiales, como todas las parejas que se casan enamorados el uno del otro.
Querían una ceremonia divertida, querían que los invitados no se aburrieran, que se lo pasaran bien, pero también querían que fuese emocionante, que nadie la olvidase.
El padre de Susana no estarían en el evento, porque se lo llevó el maldito Covid, y Eduardo me pidió que la ceremonia tuviese un momento para recordarlos, para que ellos también estuvieran con Susana.
Tenía que ser capaz de crear una atmósfera que tuviera momentos de solemnidad y recuerdo, emotivos y por supuesto, grandes momentos de humor.
Todo un reto, pero un reto maravilloso.
Dividí mentalmente la ceremonia en tres partes, en la primera parte del monólogo personalizado, bromearía con el público y sobre ellos, ya que los novios me habían pasado suficiente información sobre algunos de los invitados como para escribir una enciclopedia. Después, el monólogo se centraría en los novios, en cómo han llegado hasta la boda. Aquí tenía una sorpresa preparada, un as en la manga reservado: había contactado con algunos amigos de los novios y con la hermana de Eduardo, y había conseguido jugosa información sobre el viaje en que se conocieron. Disfruté de lo lindo escribiendo y ensayando esa parte del guión, porque imaginaba su cara de sorpresa…
Ese sería el momento más desternillante de la tarde, seguramente. Y entonces justo después, un recuerdo para el padre de Susana.
Después de varios ensayos con cámara para poder verme después, todo estaba listo.
La ceremonia empezó bajo un sol bonito y que hacía presagiar un día cálido y divertido.
Los novios estaban muy nerviosos, sobre todo Eduardo, que parecía estar en una nube. Le prometí que se lo pondría fácil: ¡solo tenía que decir SÍ!
Cuando los invitados estaban sentados llegaron hasta el atril los novios, acompañados por sus padrinos. Ya sé que siempre se dice que la novia está guapísima, pero esta vez era especialmente cierto.
Empecé con el monólogo personalizado, con un principio suave, para que los novios se relajaran y fueran respirando. Las primeras risas llegaron enseguida.
El monólogo iba fluyendo y funcionando muy bien, así que, sin poder evitarlo, fui improvisando un poco: ¡siempre es lo mejor!
Llegamos al momento sobre cómo se conocieron: ambos se sorprendieron que supiera algunas cosas. Se miraban entre ellos: ¿se lo has dicho tú? Pero luego sus carcajadas no les dejaron mirarse.
Un monólogo personalizado sin sorpresas, no vale la pena. Llegamos al momento emotivo, y el padre de Susana estuvo, de alguna manera, muy presente en la ceremonia.
Entonces llegó el momento de la ceremonia propiamente dicha. Dejaba a un lado el monólogo y comenzaba el maestro de ceremonias para bodas. Me encanta ser un maestro, ¡aunque sea por un rato¡
Había preparado unos votos para cada uno de ellos, que hice repetir conmigo. Entre lágrimas y sonrisas, el novio por fin, pudo besar a la novia.
Aunque llevando 5 años viviendo juntos, creo que no era la primera vez…
Felipe y Angelines cumplían a finales de mayo 50 años de casados. ¡50 años! Pocas parejas consiguen llegar tan lejos. Pero son poquísimas las que lo hacen no por la fuerza de la costumbre, por inercia o por pereza, si no por amor. Ellos son ese tipo extraño de pareja.
Sus hijos, a los que por culpa del Covid no veían desde hacía casi un año, lo prepararon todo para que su 50 aniversario fuera tan especial como su primera boda. Después de tanto tiempo, podrían juntarse, gracias a la vacuna.
Mónica, su hija contactó conmigo para organizar el evento. Pero teníamos un pequeño problema: ¿Cómo podíamos conseguir que fuera una sorpresa para ambos y sonsacarles información para el monólogo sin que sospecharan?
Se nos ocurrió una idea genial: los llamaría a ambos haciéndome pasar por alguien del departamento de protocolo de su ayuntamiento, diciéndoles que organizábamos un acto con todas las parejas que cumplían 50 años en Sant Boi. La idea era conseguir información a partir de esa excusa.
Y vaya si la conseguí!! Angelines no soportaría un interrogatorio de tercer grado, ni siquiera de segundo. Me contó su vida entera por teléfono, mientas yo hablaba por whatsapp con sus hijos.
El monólogo personalizado empezó mucho antes del día de la celebración! Gracias a esa llamada, tuve muchísima información de primerísima mano, claro.
Escribir el guion del monólogo personalizado fue de este modo, más fácil.
Llegó el día señalado y la pareja llegó a casa de su hijo acompañado del yerno. Habían decorado el patio como si fuera un altar, estaba todo precioso. El día también acompañaba.
De lo primero que me di cuenta es que no me habían mentido sobre el humor que gastaba Felipe; siempre de buen humor, siempre apuntándose a un bombardeo. Aunque Angelines no se quedaba atrás; durante la conversación telefónica, le comenté que una de las parejas que hacía 50 años de casada era de Burkuna Faso, y que haríamos la ceremonia según su tradición, con baile africano incluido. Angelines ni se inmutó, le pareció perfecto.
El monólogo personalizado tuvo su parte divertida, recordando sus múltiples aventuras y anécdotas, pero también momentos emotivos: hay mucho amor y respecto en esos 50 años.
Me explicaron su secreto: ceder, escuchar, respetar. Y querer, querer, querer.
Como Angelines nunca deja acabar las frases de Felipe, yo añadí que quizá el secreto era tener siempre algo que decir y que la manera que ha conseguido Felipe eso es con las continuas interrupciones de Angelines; siempre le queda media frase en el tintero par el día siguiente.
Al final les propuse unos votos y quedamos para celebrar los próximos 50 años de casados, en el mismo sitio y a la mismo hora, el 30 de mayo del 2071. Creo que ese día no tendré ningún monólogo personalizado programado…
Monólogo personalizado para cumpleaños
Monólogo personalizado para cumpleaños para Ana.
Hacer un monólogo personalizado para cumpleaños puede parecer arriesgado. Traer a un desconocido a casa con los tiempos que corren, no es fácil. Todo el mundo tiene miedo al virus, pero la vida pasa, la vacuna avanza y los cumpleaños son especiales. De todos modos, yo ya pasé el virus en este verano pasado, así que soy inmune
Sandra, la hija de Ana, se enamoró de la idea nada más ver algunos de mis vídeos. Su querida madre cumplía 50 años, y ya que no podía reunir a la multitud de personas que le hubiera gustado, tanto ella como su pareja pensaron en algo realmente especial.
Por cierto que su pareja enseguida delegó en Sandra, y al final, él pagó y decía a todo que sí. Después, tras la actuación, fue el que más contento estaba, a parte de Ana, que estaba como en una nube.
Me escribió días después felicitándome y asegurándome que nos veríamos pronto, en la fiesta de un amigo
Y si pensamos en un regalo original, especial, emocionante y divertido, hay pocas opciones. Una de las mejores es desde luego un monólogo personalizado para cumpleaños.
La idea consiste en preparar un guion único siguiendo la vida de la protagonista, haciendo parada en sus momentos más especiales, en sus anécdotas más divertidas. En ocasiones, la pareja, la familia o los amigos de esa persona me dice: no se me ocurre nada… Pero siempre hay cosas a resaltar, porque no hay ninguna vida que no sea especial, única, diferente.
Pep escucha a Sandra antes de empezar y eso se nota.
Son muchos monólogos personalizados para cumpleaños a domicilio que ya he hecho. La experiencia y la intuición ya no fallan. Enseguida conecté con el público, que sintió que estaban hablando de ellos, desde el humor y la parodia. Como es su costumbre, antes de empezar el espectáculo, estuvo bastante rato yendo y viniendo entre las mesas, absorbiendo como una esponja.
El monólogo personalizado lo hicimos en el restaurante mas corts:
https://mascorts.com/mas-corts/
Ana quedó tan encantada que ya nos propuso otro monólogo personalizado para un amigo. Dentro de poco, os contamos la nueva experiencia!
Durante todo el mes de febrero y marzo estaré actuando en la sala la Fragua, en Cornellà. Junto con Nano Márquez, un mago impresionante, hemos creado un espectáculo titulado: «Todo por el… público»
Cuando el público recoge la entrada, se le entrega un pequeño cuestionario que utilizo para personalizar el monólogo, incluso pregunto que temas les gustaría que tocase. Nano empieza el espectáculo con la parte de magia. Mientras el actúa, yo estudio el material y los temas que quiere que toque el público, y preparo algunos gags con ese material. El llevar más 800 monólogos personalizados, se nota. La agilidad y la capacidad de improvisar he ido creciendo mucho en todo este tiempo!!
A veces, hasta yo mismo me sorprendo!!!!
Por ahora llevamos 3 actuaciones, alcanzando en todas el máximo de aforo permitido por el covid 19, que en esta sala es de 30 personas. Esto nos permite hacer un trabajo casi artesano, con un trato muy directo y familiar con el público.
Como Nano y yo nos conocemos y somos amigos desde hace más de diez años, la complicidad entre ambos está muy presente, con continuas interacciones entre ambos, creando numerosos running gangs entre ambos.
El resultado está siendo muy satisfactorio, y las críticas que estamos recibiendo en atrapalo son geniales, de 9 para arriba!!!!!