Monólgo personalizado para celebrar 50 años.

Carlos encontró algunas reseñas mías en internet. De ahí, llegó a mi web y visionó alguno de los videos que tengo publicados. Le gusté, supongo. Y pensó que regalarle a su mujer un monólogo personalizado era una buena idea.

El resto, es fácil. Si contactas conmigo por mail o por whatsapp, te contestaré en menos de un par de horas, sobre todo si utilizas el chat. ¿Qué le voy a hacer? estoy enganchado. Cojo antes el teléfono que cualquier otra cosa. Sí, que cualquier otra cosa que te imagines.

No me avisó con mucho tiempo, menos de una semana, así que le pedí a Carlos que me pasase la información sobre su mujer lo antes posible. Le envié las preguntas que suelo hacer para conocer la vida y milagros de mi protagonista.

Hablamos un rato por teléfono, le pedí que no ufera parco, que se explayase. En general, cuando quien contrata el monólogo personalizado es un hombre, suele explicar menos cosas. Responde a las preguntas como si fuera un formulario de hacienda. Ejemplo: ¿Cómo es la relación de pareja? respuesta: «Buena» Y ya está. Pregunta: ¿Cuándo os conocistéis? «Hace un montón de tiempo» ¿Cómo fue la primera cita? Respuesta: «Bien. Si no no estaríamos juntos». Te envían un escrito que cabe en un posit.

Y con eso majete, monta un guión para hacer un monólogo de 40 minutos!!!!

Pero Carlos se lo curró mucho y me pasó un montón de información . Contribuyeron también los hermanos de Ana, y así puede hacerme una idea de su infancia, y utilizar algunas anédctodas de esa época.

Tuve que trabajar rápido, en menos de dos días preparé el guión. Y dos días más de ensayos muy intensos. Ensayar muchas horas seguidas puede ser agotador, pero en caliente, salen más ideas, más propuestas divertidas. Yo grabo todos los ensayos en video y en cada pausa, anoto las partes que creo que pueden servir, para visionarlas después. A las dos horas más o menos, paro y miro lo que creo que vale la pena. A veces miro lo que peor me ha parecido, porque también está bien aprender lo que no hay que hacer.

Finalmente, tenía un guión que podía defender!!!

La actuación era un sábado por la noche, en Viladecans. Después de la cena, aparecí.

Carlos me envió la ubicación y llegué sin problemas. Me adelanté un poco, siempre prefiero llegar antes. Y si tengo que espera, me acuerdo de lo que decía Fernando Fernán Gómez: » a los actores nos pagan por esperar» Es cierto, aunque creo que las cantidades no son iguales…Aunque él era un genio y yo pues no. Hay actores, actorcillos y manillares de bicicleta.

Todo estaba dispuesto. Los encargados del restaurante fueron muy amables conmigo y acordamos conjuntamente cuando empezaría mi actuación.

Por fín, entré en sala. Ana estaba nerviosa al principio, y cuando empecé a hablar de ella como si la conociera de toda la vida… no sabía a donde mirar. Solo le faltó buscar una cámara oculta.

Desgranando y jugando con algunas anécdotas de su vida, se moría de la risa y un poco de vergüenza: «¿Por qué le habéis explicado esto?» repetía sin parar…

Todos rieron un montón y la cosa de alargó, creo que fueron más de 45 minutos, pero a mí, y a los invitados y a Ana se nos hizo más bien corto.

Después nos hicimos unas fotos juntos, porque para todos, fue una noche muy especial.

No te quedes sin contratar un monólogo personalizado, no te arrepentirás!!!

Llámame y lo hablamos: Pep Ruiz 639 75 91 70

Si quieres ver cómo actuo:

https://www.instagram.com/p/Cf7Jo-_LdBw/